CONTRASTES

Resulta increible que ayer emiliano caminara por Madrid, sus calles, plazas y edificios por mas de ocho horas.

Desde las doce hasta las veintiuna horas,  que llegaba a casa, el fue recorriendo calles centricas, lugares emblematicos, edificios, comercios, e incluso intentó ir de compras en la exclusiva Calle Serrano, donde tiendas de lujo exiben sus productos de alto precio a todo aquel que se atreva a entrar en sus distinguidos comercios.

La calle de Serrano y sus alrededores es propicia para admirar las tendencias de la moda y sus increibles altísimos precios solo son asequibles para bolsillos de muy alto poder adquisitivo.

Un intimo amigo de la infancia le ha recomendado por activa y pasiva que visite estos lugares para que la idea de mi emiliano sobre la ciudad de Madrid mejore y de cuenta de lo mucho y bonito que el turista podrá encontrar en ella.

Su amigo harto ya de leer las muchas criticas, segun el injustas e incluso ofensivas, sobre los desperfectos en barrios perificos de la Capital le hizo prometer que pasearia por estos lugares y pudiese compararlos con otros semejantes de ciudades europeas que emiliano ya conozce y alaba hasta aburrir a todo aquel que le escucha.

Y el en tres notas tratara de contaros cual ha sido su experiencia como turista en Madrid, lugar donde ha nacido, y las distintas sensaciones que algunos de los sitios visitados le fueron proporcionando.

Hipomenes y Atalanta tiran de la carroza de la diosa Cibeles en Madrid

Desde plena calle de Alcala, cercano al edificio del Banco de Espa;a comenzo un largo paseo hacia la plaza de Cibeles primero, bajando  la ancha y muy bella mencionada Alcala que conduce al Ayuntamiento, antiguo edificio central de Correos y Plaza de la Cibeles, diosa griega de la madre tierra, que se exibe en su carroza tirada por los amantes Hipomenes y Atalanta, que cuando fueron sorprendidos haciendo el amor en el templo de Zeus, la diosa como castigo y evitando que Zeus les fulminara con su cólera, ella apiadada de los amantes les convirtio en leones condenados a tirar eternamente de su carroza.
Emiliano subió  mas tarde Alcala hasta el monumento llamado Puerta de Alcala plantado en mitad de la Plaza de la Independencia.
Este monumento fue mandado construir por el Rey Carlos III de Borbon, llamado el mejor alcalde de Madrid.
El había venido de reinar en Nápoles y quiso adecentar esta ciudad de truhanes y espadachines donde estaba casi todo por hacer, a pesar de ser la Villa y Corte de España.

Cientos o miles de turistas pululan por estos lugares, y a las doce ocupan todas las mesas y sillas de las terrazas dispuestas para el almuerzo, el suyo claro está, que no el de los españoles.

Ningun hispano que se precie ocupa alguna de las mesas a las doce de la mañana, no es hora del almuerzo para nosotros, que como pronto lo hacemos a las trece y media o catorce horas del mediodia.

Justo en la Plaza de la Independencia emiliano encamina sus pasos hacia la Calle Serrano, dispuesto a ver lo que su amigo de la infancia le habia recomendado.

Eso lo deja para mas tarde, ya que la jornada ha sido muy larga y variada.



el gatufo