La envidia, los celos, el poder, la ambición, y otros asuntos inmorales como para ser mencionados aquí, son válidos para traicionar a aquel que llamamos amigo, hermano, padre, esposo o esposa.
La claridad de ideas que da la meditación, la soledad, el silencio, no hablar con nadie, tele apagada, teléfono sin conectar, y otras muchas aburridas horas de no hacer absolutamente nada, solo ideas, recuerdos, mas recuerdos, hice bien, hice
mal, podía haber sucedido esto o lo otro, en fin una rueda de recuerdos, anhelos,
mas recuerdos, toda una vida que incesantemente pasa una y otra vez por la cabeza de la persona que sufre "depresión" hasta el extremo de que el exceso de compresión, clarividencia, falta de entendimiento sobre nuestra propia vida o el objeto de esta, hace que la principal enfermedad, si enfermedad, que mas muertes
origina es "la depresión", no tratada como cualquier otra enfermedad, como pudiera ser del riñón, hígado, o corazón, lo cual es francamente muy extraño.
¿A quien le importa?.
A nadie en realidad, lo mas fácil y sencillo es atribuir locura a quien atenta contra su vida pues persiste la vieja creencia religiosa de que nuestra vida no es nuestra, le pertenece al Creador, Dios, y quien comete semejante acto "no esta bien de la cabeza".
Pero acaso sabe alguien ¿que pasa por la cabeza del amigo, del hermano, el padre o la madre?.
El cerebro es el órgano mas desconocido, no se sabe casi nada de el y quien no tiene ni puñetera idea del sufrimiento que una dolencia puede causar se atreve a juzgar los actos que no se entienden simplemente porque no se han vivido.
Sencillo, si nunca te ha dolido la cabeza no puedes saber lo que puede significar este malestar que puede alcanzar grados no imaginados,
Si nunca has parido, hombre, no puedes entender ni comprender el dolor que genera traer un hijo al mundo.
Si jamás has padecido "una depresión" tu "no eres nadie para juzgar u opinar sobre alguien que si la padece".
Hablar y opinar de lo que no sabemos es nuestro vicio común a todos nosotros, no obstante si curamos esa depresión la claridad que nos ha aportado el sufrimiento, la soledad, la incomprensión, nos hacer ver con nítida clarividencia quien es el amigo o la amiga y por supuesto entendemos que usualmente "la traición es la norma" en aquellos que se decían "amigos" "familia" "compañeros" y similares.
Algo bueno tenía que tener el sobrevivir a una casi general incomprensión, y bien dicho "incomprensión" cuando en países desarrollados como España el suicidio es la primera causa de mortalidad entre personas 15 a 19 años o entre ancianos con mas de setenta años.
Para finalizar podemos enterarnos de lo siguiente:
El suicidio es la primera causa de muerte externa entre los hombres (con una tasa de 12,9 fallecidos por cada 100.000 habitantes) seguida de los accidentes de tráfico y las caídas accidentales (con 6,3 ambas). Por su parte, las caídas accidentales fueron la primera causa externa en las mujeres (con una tasa de 5,6 por cada 100.000 habitantes), siendo el ahogamiento, sumersión y sofocación la segunda causa externa.
Yo me pregunto "¿que otra enfermedad produce semejante tasa de fallecimientos? "
Ninguna, solo el hambre y las guerras en los países del tercer mundo.
No obstante si a mi no me afecta que coño me importa que le afecte al vecino, al
amigo que no lo es, o a cualquier otra persona de mi entorno por la que en apariencia siento afecto...…….pero de afecto o comprensión nada pues a nadie le gusta sufrir, a veces es justo lo contrario......la enfermedad incomprendida es propicia para el momento de la traición o el expolio.
el gatufo
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