Como es posible que asesinar en este país, el mío, sea tan impune y se paguen condenas tan leves ya que los asesinos en muy poco tiempo están en la calle trabajándo en su profesión, lo que repugna total y absolutamente al menos en mi caso.
Conmueve, asquea, enfada la conciencia leer las crónicas de algunos asesinatos y en concreto el protagonizado en Pamplona hace seis años por un joven médico hacia una compañera de hospital.
Por mucho que he leido sobre auténticos disparates judiciales núnca acabo de asimilar lo que aquí sucede.
Todo esto demuestra que la justicia no existe, depende del lugar y del momento para que el mismo delito, un asesinato con violación, sea castigado de una manera o de otra.
Lo de aquí huele a podrido e injusto sin ninguna duda.
A veces prefiero no leer o enterarme de esta clase de noticias que me duelen e indignan por completo.
el gatufo
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