Sentir admiración por alguna de las personas que a lo largo de nuestra vida conocemos pienso es muy dificil.
Para mi es casi tarea imposible pues ¿a cuantas personas he admirado en los muchos años que he vivido?.
Con los dedos de una mano y me sobran casi todos contaria a los seres humanos próximos que he podido admirar, y hubiera deseado conocer a más pero no ha sido así.
Durante un tiempo limitado he podido admirar a alguien, si, pero en el trascurso de los años esa admiración se ha ido disipando hasta que se extinguió casi por completo.
A lo largo de mi vida puedo distinguir a dos o tres personas a lo sumo, algún amigo/amiga a mi madre y sobre todos ellos sin ninguna duda a mi propia esposa Cuca.
A mi esposa Cuca comencé a admirarla muy pronto una vez casado con ella y no fué porque no estuviera enamorado previamente, lo estaba y mucho, pero según la fuí conociendo mejor al amor se fué sumando una profunda admiración que a lo largo de los años ha ido creciendo yendo a mas cada dia de nuestra vida en común.
Cuca es la persona mas admirada y querida por mi ya que es sumamente inteligente para la vida cotididana de ella, de mi y de la familia.
Austera, nada en absoluto caprichosa, amable, educada, jamás perdía los papeles por nada, nunca la vi chillar o pegar a nuestras hijas. Paciente, y sobre todo cariñosa y amante de sus amigos.
Conmigo siempre ha sido el sumun del respeto, el amor y la paciencia ante mis caprichos o a veces malos humores.
Esos malos humores estaban provocados por una ausencia de salud, siempre estaba enfermo, dolor de cabeza, dolor de estomago, malas o muy malas digestiones, colon irritable y el colmo "depresión" que duró casi dos años.
Nunca se dió o se da por derrotada, cansada o vencida, y así a pesar de mis dolencias fuimos pasando unos años de mucha felicidad.
Estar casado/a con alguien a quien admiras es lo mejor que sucederte pueda, pues en mi caso siempre que deseaba una opinión inteligente, tranquilidad, sosiego, por norma acudía a ella que nunca se cansó de escuchar y darme su opinión mirando mi bien que no el suyo.
Jamás miraba por su propio bien y así ha seguido hasta hoy mismo que ya no está en casa conmigo.
Con 53 años le detectaron "esclerosis múltiple" y nunca la vi desesperada, dentro de si sufría si y mucho, sobre todo por pensar que iba a ser un estorbo para mi o sus hijas.
Cuando le hice ver que jamás lo iba a ser para mi, ni tampoco por tanto para sus hijas, fue aceptando interiormente su enfermedad.
Nadie que no fuera yo supo lo que en realidad Cuca sentía, pues no lo mantifestaba a nadie, jamas se quejaba, siempre sonriente, amable, hospitalaria con quien llegara a casa.
Entonces la admiré mucho, muchísimo mas pues ¿quien podía haberse comportado así?.
Para mi es indudable que nadie que no fuera ella.
Y a lo largo de 18 años esa admiración y sosiego en convivencia con una tremenda enfermedad ha ido aumentando en mi interior.
Hoy no está conmigo, finalmente doblegando mi voluntad ante el consejo de la doctora y los que han venido a verla por la Ley de Dependencia solicité, de acuerdo con ella absolutamente, una Residencia donde pudieran cuidarla mejor.
Se perfecto que ella acepto ir porque simplemente es inteligente y mas que nada porque entendió que dejaba de ser un estorbo para su marido, dándole finalmente libertad que en su criterio lo tenía ya bien merecido tras cuidarla por los últimos 18 años.
Y es ella Cuca mi esposa, a la persona que mas he admirado por no decir casi la única, dejando en un aparte a mi propia madre que tambien siempre admiré por muchas de sus virtudes e incluso algunos de sus defectos.
Compañeros y compañeras de trabajo he tenido por cientos, profesores, amigos, enemigos, jefes, y casi miles de conocidos de una forma u otra.
A nadie he podido admirar absolutamente, ni por aproximación a lo que siento por ella, por Cuca mi esposa.
el gatufo
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