Hacia decenas de años que no pasaba frente al Congreso de los Diputados, las columnas, los leones, y los guardias apostados en las puertas.
Pareciera un presagio de lo que se avecina y a mi entender va a
ser un guirigay inimaginable.
Han confiado la formación de gobierno a un señor que ha sacado los peores resultados que nunca en democracia sacó su partido, y se avecina una buena, pues nadie puede imaginar como va a poder montar un gobierno, con quien y en que condiciones.
Según pasaba frente a las columnatas imaginaba que aquello iba a ser una jaula de grillos y mira por donde se conoce que en esos momentos se perfilaba la calamidad que será un gobierno inestable, sin representación, y en manos de separatistas, rompedores de todo lo que hasta ahora representaba cierto orden y deseosos de cambiarlo todo no sabemos con que fines.
Tampoco nos está mal, es lo que se ha votado y habrá que asumir las consecuencias de crear lo que seguramente será una continua discusión sin ningún acuerdo razonable.
Eso si, a la prensa, a los tertulianos, y a todo aquel que se arrima a la televisión o la radio para opinar le viene de miedo.
Penoso e interesante, ambas cosas simultaneas y a mi en particular me va a interesar muy poco.
Nadie vendrá a solucionar ni uno solo de los posibles dilemas que ya se perfilan en mi vida.
Tampoco tengo nietos a los que la pobreza que seguro sobrevolará de nuevo en este país pueda afectarles.
Mis hijas son mayores, tienen trabajo, y además sus ideas son bastante acordes con los nuevos inquilinos del Congreso.
Es posible que pasado algún tiempo aprendan algo y saquen sus propias conclusiones que hasta hoy ha sido imposible explicarles.
Acaso le importa a alguien el deficit público, la balanza de pagos, las inversiones de capital, la caida de la bolsa, el alza de los intereses en la prima de riesgo y asuntos similares.
Creo que de las personas que me rodean posiblemente le importen a uno o dos a lo sumo, y soy optimista.
Es posible que si antes veia muy poco la televisión, apenas la radio y poco los periódicos a partir de ahora me aislaré un poco más y como se decia hace años "que salga el Sol por Antequera" pues no me dará ni frio ni calor ya que está nublado.
No obstante algo de pena si me da pues mucha gente que pudiera estar saliendo de su personal crisis volverá a sumergirse en ella si Dios o la suerte no lo remedia, y creo que remedio desde luego no lo hay ni personalmente creo en los milagros.
el gatufo
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