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Mi mas oculto deseo fue siempre ser escritor y aprender varios idiomas. He llegado a defenderme bien en Ingles y chapurrear algo de Frances. El cine y la fotografia me fascinan. La música, de todo tipo, ha sido siempre mi relax. La amistad la valora mas que a nada en la vida.

martes, 17 de junio de 2014

MEMORIAS DE CINE






Con cinco años el pequeño de los tres hermanos acudía a la escuela frente a su casa todos los días de la semana salvo los domingos.
Se agarraba a la mano del maestro, D. Jose Luís, para sentirse protegido, los mayores hacian bromas  por lo pequeño que era y la timidez lo impulsaba a no participar en los juegos y peleas que constantemente se iniciaban en los recreos.

Además, a pesar de ser tan chico mostraba mas inteligencia y capacidad que los otros niños, muy pronto comenzó a escribir, a leer y con menos de seis años sabía ya las cuatro reglas aritmeticas. 
Cuando aprendió a dividir por dos cifras cercano a cumplir los   siete años la envidia que sentían por el era generalizada, y con mas frecuencia el crio se aferraba a la mano del maestro cada vez que salían al recreo.

De cada una de las manos del maestro colgaban  los dos mas pequeños de la clase, uno al que llamaban Angelín era incluso mas chiquito y además gordito, con lo que las burlas eran todavia mas hirientes. Los dos chiquillos eran amiguetes y se protegian el uno al otro de los otros energumenos mayores que ellos.

Que listo es este crio comentaban los padres de Emilianito, así lo llamaban, con siete años y ya sabe dividir por dos cifras. Cuando el escuchaba estas palabras se sentía muy orgulloso y se pavoneaba como un pollito ante sus hermanas mas mayores que iban a un colegio de monjas y no aprendian nada de aritmetíca o gramática. 
Las monjas solo les enseñaban modales para unas niñas, rezos, a coser, y sobre todo una estricta obediencia. 
Las niñas debian acudir al colegio de las monjitas, anexo a un convento, con ropas muy limpias, pelo bien peinado recogido en trenzas, y sobre todo con cara y manos lavadas y frotadas hasta la saciedad. 
No se permitian pelos sueltos, lazos, ni adornos de ningún tipo si es que hubiera habido dinero para ellos. Horquillas para sujetar el pelo, una goma para las trenzas y nada más.

No era extraño por entonces que piojos y pulgas proliferan en las cabezas y cuerpos de los pequeños. La falta de agua corriente en las casas, los viejos colchones y la proximidad a ciertos animales domésticos, burros, perros, gatos callejeros y otras especies, hacían que cierta falta de higiene propiciaria la aparición de todo tipo de plagas desagradables de pulgas, piojos y demás insectos, era común ver rascarse con saña a los mas pequeños e incluso a los adultos que pasaban bastante de la higiene.


Además de pulgas y piojos abundaban chinches en los colchones, cucarachas en las carboneras donde se guardaban astillas y carbon, arañas, cortapichillas, grillos, mosquitos, y sobre todo moscas de todas clases y tamaños.

A los crios de les lavaba en barreños, cuando se les pillaba, y la gente mas mayor tenía que gastar su dinero en calentar agua y comprar jabon para asearse, siendo estos menesteres poco frecuentes cuando ni tan siquiera había dinero para comprar pan o aceite.

En la España de los cuarenta la limpieza no era precisamente un tema importante. Lo primordial era comer, no pasar frio, e ir al cine a soñar con las películas americanas siempre "censuradas" que mostraban un mundo mucho mejor en el que vivir. 
Con las bocas abiertas y los ojos como platos niños y adultos seguian las historias de heroes y heroinas Hollywoodenses.


Los westers y las de espadachines eran las preferidas por la chiquilleria, a los adultos les gustaban las comedias de Lubisch o musicales de Fred Astaire y Judy Garland como "Sombrero de Copa"  (Top Hat) en los que se bailaba sin parar, se reia, se pasaba bien y se hacian cruceros de lujo donde fiestas fastuosas y amenizaban el ocio.


Todas estas películas distraian a la gente de sus cotidianos problemas de subsistencia, combatian el frio y el hambre con sueños de un paraiso lejano donde todos eran felices y estaban bien alimentados.
Los indios siempre eran exterminados por la caballeria, los malos pagaban sus culpas, los protagonistas siempre acaban juntos y en boda, pero sin besos o escenas mínimamente eroticas. 
De hecho el sexo era como si no existiera, y todo era pecado incluidos los bailes o los carnavales.

Cines de barrio abarrotados daban calor suficiente para pasar la tarde y estar confortables con sesiones de dos o tres películas siempre dobladas, mutiladas y censuradas por el Regimen y  la Iglesia que no toleraban un escote pronunciado, unas faldas por encima de las rodillas, o bañadores atrevidos.
Los personajes siempre honestos, fieles, buenos, y los malos eran malísimos que siempre pagaban muy cara su maldad.

Besos y caricias de los protagonistas eran inexistentes, siempre estaban cortados en sus comienzos, los silbidos o pateos en el cine eran prolongados ante los cortes, dialogos suprimidos e incluso guiones que nada tenían que ver con el original. 


Famosa fue "Mogambo" película del año cincuenta y tres dirigida por John Ford y protagonizada por Clark Gable, Ava Gardner, Grace Kelly, Donald Sinden, donde la historia fué cortada, dialogos cambiados,  y tergiversado el guión de forma que el matrimonio de Grace Kelly y Donald Sinden en su versión doblada al castellano eran hermanos que dormian en la mísma tienda, y así se evitó el adulterio del guión que protagonizaban  Grace Kelly y Clark Gable, intolerable en la época, sin caer en la cuenta que en lugar de adulterio dieron pie al incesto y a los celos del hermano hacia su hermana, incompresible pero que importaba si la película era genial y se veian a los animales africanos cazados impunemente en los safaris.

A base de cortes algunas películas resultaban incomprensibles, sin mayor trascendencia pues ya se sabía que la censura trabajaba sin parar, con tal de ver espadachines, indios, vaqueros, bailes, casas de lujo y cruceros todo era bien recibido y comentado.   


Los chicos coleccionaban con sus pequeños ahorros colecciones de cromos de todas las películas de éxito, Mogambo, Las Minas del Rey Salomon, Los Tres Mosqueteros, Franquenstein, Los Crimenes del Museo de Cera, Ivanhoe, y muchas más que solían durar meses, o incluso años, en las carteleras de los cines de La Gran Via, que entoces se llamaba Avenida de Jose Antonio, pues muchas de las calle y avenidas de Madrid habían cambiado de nombre.


Un ejemplo absoluto es que el Paseo de la Castellana habia cambiado su nombre por Av. del Generalísimo, igual que en casi todas la ciudades españolas de entonces que se disputaban los nombres de los vencedores en la Guerra Civil para renombrar sus principales calles o avenidas. 

Todos y cada uno de los supuestos heroes, o salvadores de la patria, desean sus nombres en calles, plazas y sus efigies en monumentos de todo tipo.

Nada cambia bajo el sol y la vanidad humana no tiene límites.






el gatufo



2 comentarios:

  1. No lo puedo remediar. Pero es que no se pueden imputar todos los males a quienes alguna cosa también hicieron bien. La Avenida del Generalísimo nunca robo el nombre al Paseo de la Castellana que terminaba en los Nuevos Ministerios. Fue el Paseo de la Castellana quien se apropio, expandiéndose hacia el norte, de la Avenida del Generalísimo.

    Y además quitaron la estatua de Franco y pusieron la de Largo Caballero, que manda c…

    Abrazos.

    Luis

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    1. Entendido querido amigo, lo consultaré y rectifico si estoy equivocado, gracias. emiliano

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