Madrid, mi ciudad, en la que nací y vivo es una paleta de grandes atardeceres que iluminan su cielo de continuo.
Sus ciudadanos atareados de continuo no suelen mirar hacia el cielo por lo que una de las maravillas naturales que puso Dios para admirar Su Creación pasan de continuo desapercibidas.
Con tiempo y paseando sin prisas estas son algunas de las vistas que he podido captar siempre con el "smartphone" algo insolpechado por mi hace unos pocos años que me reia cuando veía a tantas personas utilizar sus móviles para captar imagenes.
Lógicamente ya no ironizo pues hoy es un utensilio sumamente util y ligero para captar increibles vistas.
Estas vistas no son de Madrid, son tomadas en el Mar Báltico entre Estocolmo y Tallín. |
el gatufo
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