Tras ocho, nueve o diez meses sin ver caer la lluvia, sin sentirla, sin escucharla, al fin llueve en Madrid y resto de España.
Aleluya, ojala siga así varios días pues la sequía ha sido espantosa y muy larga.
Mojarse ha sido un gran placer, igual que ver los paraguas abiertos y el brillo de las luces sobre el pavimento de las calles.
Gracias, simplemente gracias a la lluvia que es vida.
El mejor regalo que podían traernos Los Reyes Magos ha sido esta lluvia tan esperada que limpia la ciudad, aliva los pulmones y se lleva las miasmas acumuladas en la atmosfera de esta magalópolis en la que se ha convertido mi ciudad de Madrid.
Bienvenida lluvia.
el gatufo
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