Sufrir ante el futuro incierto es
la norma.
Se nos olvida que siempre es lo
mismo.
Solo ante el hecho cierto en el
presente.
Nos damos cuenta de la fragilidad
que nos rodea.
Tenemos esa certidumbre de una
pena cierta.
Ya las tinieblas del incierto futuro
toman su forma.
Ilusos habitantes de la realidad
de hoy.
Que no es ya la pena de mañana que
nos atormentó en demasia.
Una y otra vez, noche y día cuando
anticipamos lo incierto.
Sufrir, sufrir y anticipar es el calvario
cotidiano.
Cuando tambaleantes recorremos el
camino.
Que seguro nos llevará al sosiego
eterno.
Ansiada paz llegas por fín cuando
vislumbramos.
La sombra brillante al otro lado
de la vida.
el gatufo
No hay comentarios:
Publicar un comentario