ODIO SUICIDA

No sirven ya las palabras, tampoco la pena, menos las condolencias ni los minutos de silencio que en todas las instituciones se han prodigado cada vez que una tragedia premeditada se cierne sobre nuestra sociedad occidental.
A los heridos y familiares de tanta masacre todo eso no les sirve de nada.
A mi tampoco, ni a ti, ni a Vd., candidatos a morir destrozados en un atentado incomprensible para nuestra mentalidad occidental, que valoramos nuestra propia vida o la de familiares y amigos por encima de todo.

No es comprensible que alguien salte por los aires destrozado con el simple fin de asesinar a un gran numero de pesonas, que sienten y piensan de forma distinta al que se suicida.

Entendemos la lucha porque el ser humano siempre ha luchado, por ambición, avaricia, poder, o locura ideologica, pero nos es ajeno el suicidio con el fin simple de matar a cuantos mas mejor.

Y esa acción que se ejecuta de continuo nos es totalmente ajena a lo que entendiamos como método de confrontación que a lo largo de la historia a masacrado humanos por millones.

Cuanto odio al hermano puede albergar la acción de morir matando de la forma que hoy se ha perpetrado en Bruselas, antes en Madrid, Paris, en Londres, en New York, Jerusalen, Beiruth, Bagdad, Islamabad y así infinidad de ciudades de todo el mundo donde bombas humanas revientan todo aquello que les rodea con un odio y un fanatismo nunca visto hasta ahora.

No se que podemos hacer para erradicar estas acciones,  pero las palabras ya no sirven cuando el odio es tal que conduce a la propia muerte asesinando a cuantos mas inocentes mejor.
Ya ni la propia vida importa con tal de asesinar al oponente o destruir una sociedad ajena a la forma de sentir o entender la vida.
La intolerancia asesina se ha apoderado de un gran grupo de gentes que optan por destruir todo aquello que no comparten, y ejecutan públicamente a cualquiera que se oponga a sus ideas, o de cuenta escrita o verbalmente de lo que está sucediendo.

Por mas que pienso en una posible alternativa no doy con ella y solo se me ocurre que una gran colaboración e intercambio de información a nivel mundial pudiera ser util para prevenir y erradicar el sinnumero de atentados suicidas que hoy están ocurriendo.

Igual sentimiento me inspira el ver cientos de miles de personas que huyen despavoridas abandonando todo lo que antes fue su vida, muriendo muchos de ellos en el intento. Causando además desconcierto y estupor a una sociedad que parece lo tuviera todo y en el fondo carece de lo esencial, coraje para enfrentar la hecatombe en la que se esta convirtiendo su mundo, el mio, el vuestro, el de todos.

La injusticia absoluta es manifiesta, y a veces escuchamos con indiferencia que miles de gentes pierden la vida ahogados en el mar en su huida de la muerte a la encuentran en su estampida.

Pareciera que no es igual una bomba en Afganistan, o Irak, que en el corazon de Europa, por no decir en cualquier pais de Africa golpeada una y otra vez por el fanatismo suicida. 
Menos parece importar la constante sangria de las gentes que huyen o son aniquiladas en sus propios hogares con bombardeos indiscriminados que exterminan a la poblacion de innumerables ciudades de Oriente Medio.

Estamos convirtiendo este mundo en un verdadero infierno y nadie tiene soluciones.
La impotencia manifiesta se visualiza mediante las lágrimas de personas anonimas, yo mismo, a las de una autoridad que retransmitida en televisión no puede continuar su discurso anegado en lágrimas.

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Es indudable que muchos se enriquecen fomentado el odio para vender armas, para que sean usadas de continuo en nuestro propio exterminio y mientras no sean conscientes los pueblos del mundo de que fabricar armas es letal, armarse es letal, el odio cruel que asesina y mata inocentes continuará.
La sinrazon asesina que desplaza millones de personas de sus hogares, destruye ciudades enteras, y sume al mundo en una crisis de violencia cruel absoluta, será el futuro cotidiano que nos espera a todos. y esa extrema crueldad movida por el fanatismo estará siendo alimentada y pertrechada con la última tecnologia para matar mas y mejor.
Ningún freno hay a uno de los mayores negocios que mueve el mundo.

Con el mayor negocio que existe, las armas, seguiran los crimenes, los bombardeos, las masacres, las matanzas suicidas y al final lograremos hacer un mundo inhabitable donde nadie estará seguro de no ser la próxima victima que se sume a la absoluta barbarie.

El apocalipsis está desatado y parecemos no enterarnos.


Con gran pesar,  el gatufo