Se da por hecho que en estas fiestas Navideñas, en las que los cristianos creyentes celebran (o deberían celebrar) el nacimiento del Niño Dios, una inmensa mayoría de las personas que viven en este mundo occidental "desarrollado" se sienten contentas, o deberían sentirse con fraternales sentimientos de paz, generosidad y sobre todo perdón.
Casi todos los festejos se celebran "comiendo" y lo que es peor bebiendo en demasía, y curiosamente en las Navidades se alcanzan grados exagerados de ambas cosas.
Desde que dejé de ser un niño, abandoné la casa de mis padres y me di cuenta de lo que representaba la Navidad para muchos de los que me rodeaban estas fechas dejaron de ser lo que eran antes.
Con mis hijas pequeñas las disfruté de otra forma, les hacía ilusión poner el árbol (de plástico) el Belén (pequeño) y sobre todo a mi esposa le encantaba hacer todos los preparativos que van unidos a la Navidad.
Mis sentimientos?
Contradictorios, por una parte me gustaba ver a mi familia en ese estado de excitación y expectativas ante los festejos. En lo más íntimo ya no me gustaban las fiestas Navideñas porque casi todos mis conocidos expresaban sus grandes deseos de que pasaran cuanto antes.
Demasiado trabajo, demasiado gasto, demasiados conflictos familiares que se manifestaban a la hora de sentarse toda una gran familia, adultos, niños, padres, hermanos, cuñados, suegros, etc. etc. y lo normal es que el trabajo siempre recaía en los mismos.
Son fiestas tristes para las personas que ya han perdido a sus seres queridos, que se sienten todavía mas solas que en otros momentos, y sobre todo para quien no vive el auténtico significado de la Navidad y es para los creyentes el nacimiento del Salvador.
Durante años el derroche en regalos, comidas, reuniones de empresa, juguetes, y sobre todo la necesidad de no quedarse atrás o ser raro si no compartes la aparente alegría manifestada en consumo a lo bestia sin medida, borracheras, atracones, etc.
Estas Navidades en las naciones del sur de Europa, Portugal, Grecia, España o no tan al sur como Irlanda, creo que no van a ser precisamente una fiestas al consumo.
Los malos gobernantes que deciden sobre la vida y costumbres de las personas que les votan han decidido "suprimir las extras de Navidad" a millones de sus ciudadanos.
Infinidad de personas sin hogar, sin trabajo, sin esperanza tienen en realidad muy poco que celebrar si les falta fe. Y los que si tienen trabajo no podrán hacer sus compras tradicionales con las repercusiones que para otros tendrá esa actitud.
Simplemente "nos dicen que hay que cumplir las directrices de Bruselas, el Banco Europeo, las naciones que llevan la batuta", etc. etc.
Hace tres o cuatro años quien sabía lo que era el "deficit" o "la prima de riesgo" o la "miseria absoluta"?. Quien pensaba en que le echaran de "su casa"?.
Mucho menos consumo, menos ventas, menos regalos, menos comida exquisita tradicional, y muchos menos juguetes para los niños.
Gatufo pasaba ya de todo esto hace muchos años, pero no deja de ser consciente de lo que significa para muchas personas de mi entorno, con niños, con familia que se reúne, compromisos que cumplir, etc. etc.
Caminamos cada vez mas deprisa hacia la "miseria" y no somos conscientes de las tragedias cotidianas a nuestro alrededor.
Preferimos ignorar, la prensa ejerce una censura sobre ciertas noticias, que un promedio de 9 personas se quitan la vida en España, y en estas fechas el número aumenta incluso todavía más.
La falta de lo esencial, amor, compañía, casa, trabajo, y ganas de celebrar unas fiestas señaladas como estas conduce ya a grados de extrema desesperación.
Toda mi solidaridad para quien sufre, y para el resto simplemente desearles una Feliz Navidad a pesar de los gobiernos respectivos.
el gatufo
