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Mi mas oculto deseo fue siempre ser escritor y aprender varios idiomas. He llegado a defenderme bien en Ingles y chapurrear algo de Frances. El cine y la fotografia me fascinan. La música, de todo tipo, ha sido siempre mi relax. La amistad la valora mas que a nada en la vida.

martes, 16 de agosto de 2016

UN INMENSO BASURERO






Madrid, ciudad bonita donde las haya, edificios singulares, un ambiente bárbaro,  gentes que pasean por sus calles a cualquier hora del dia o la noche, historia a raudales por zonas aún por descubrir, terrazas para dominar visualmente la ciudad, una Sierra de Guadarrama que es su pulmón, Madrid en fin única en infinidad de espectos es tambien única en ser un auténtico basurero donde pareciera que núnca se barre, ni se riega, ni se vacian sus papeleras, ni tan siquiera se podan la infinidad de arbolado que la engalana.

Es una verguenza, un aprobio para todos los que nos sentimos madrileños el ver esta ciudad insigne hecha una porqueria que exibe sus verguenzas a todos los millones de turistas que la visitan.

¿Que pensarán? me pregunto, a parte de que les encante la ciudad, su ambiente, sus fiestas, pero respecto a la suciedad que es lo que sentirán al verla.

Mi calle, arbolada desde que yo recuerdo, es una selva virgen donde las ramas azotan la cara según caminas por la acera.
Los árboles no se han podado en dos años, casualidad quizás que coincida con el perido de tiempo que lleva el nuevo equipo municipal al mando del cual está la Sra. Carmena, y da miedo ver tan cargadas esas ramas que en cualquier momento pueden echar abajo el tronco que las sustenta.

Por la noche las ratas, y otros animalejos, corretean entre tus pies a nada que te descuides. 
Los alcorques están secos absolutamente, ni una gota de agua han recibido que no sea de la escasa lluvia.

No puedo explicarme como crecen estos árboles sin el líquido elemento, supongo que son fuertes y duros al igual que los naturales de esta ciudad acostumbrados a todo.
Cuarenta grados en verano, bajo cero en invierno.
Sus calles en Agosto echan fuego tostando las inmundincias diversas que inundan el pavimento que nadie limpia.

Lo que digo es tan evidente que no hay ninguna necesidad de publicar ninguna foto.

Pondré las de Lisboa en su lugar, ciudada igualmente bonita donde No hay la suciedad ni las inmundicias que abochornan la vista de los naturales de la Villa y Corte de Madrid.

Sres. y Sras. concejales, hagan Vds. algo al respecto, esta ciudad nuestra es un inmenso y bonito repugnante basurero.

El problema de la suciedad en las calles madrileñas ya se dejaba sentir con fuerza durante el anterior mandato, de Ana Botella (PP). Por eso, durante la campaña de las municipales de 2015, todos los partidos, incluidos los populares, hicieron de este asunto su bandera: había que acabar con la imagen tan penosa que daba la tercera capital de la UE.
Y así lo prometió la lista de Ahora Madrid, que encabezaba la independiente Manuela Carmena. Puso al frente de la macroárea de Medio Ambiente y Movilidad a una veterana ecologista de IU, después reconvertida en fundadora de Equo, Inés Sabanés, con la intención de dar lustre a la ciudad.
Pero, catorce meses después, las toneladas de porquería se siguen acumulando en las zonas más turísticas; pero también en la totalidad de los 21 distritos.
El propio Consistorio reconoce que «la continua labor» al respecto que se está llevando a cabo no está dando los frutos deseados. Y en el Palacio de Cibeles, sede del Gobierno local, es un secreto a voces que la edil delegada «está superada» por la situación.
Julio ha sido el mes récord de turistas en Madrid, con cerca de 800.000 visitantes, y la inmundicia (basura, cartones, orines, escombros...) campa a sus anchas sin que nadie sepa hallar una solución. Carmena acaba de renovar el contrato que externalizaba el servicio de recogida, con las mismas empresas que concertó Botella tras concurso público y que tanto le afeó la ahora alcaldesa y su equipo.


Indudable, Madrid ciudad preciosa e interesante donde las haya, se ha convertido en un inmenso basurero que cientos de miles, o millones de turistas venidos de todo el mundo pueden observar además de sus edificios peculiares y las obras de arte en el Prado o el Thysen.
Una verguenza para todo aquel que se sienta madrileño, o que haya nacido en esta ciudad, como yo mismo.


el gatufo



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