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Mi mas oculto deseo fue siempre ser escritor y aprender varios idiomas. He llegado a defenderme bien en Ingles y chapurrear algo de Frances. El cine y la fotografia me fascinan. La música, de todo tipo, ha sido siempre mi relax. La amistad la valora mas que a nada en la vida.

domingo, 22 de junio de 2014

SOBREVIVIR








En diciembre de 1941 el ataque japones a Pearl Harbor, por sorpresa, hace que los Estados Unidos participen en la confrontación y la II Guerra Europea se hace mundial.
Salvo en America se combate en todos los continentes del mundo para el año 1942.

La segunda hija de Emiliano y Paquita, Esther, nace en abril de ese mísmo año. España goza de una aparente calma chicha, cuando por el contrario cualquier ciudad Peninsular puede y es un nido de espias.

Los partisanos que resisten en las sierras y pueblos de la geografia Española confian en que los aliados invadan el territorio Nacional y derroquen la Dictadura Franquista. 
La caza del hombre está desatada, los juicios son sumarísimos y las carceles están llenas ante el temor de que la guerra pueda extenderse por las tierras y pueblos de España.

No es así afortunadamente, apesar de que Hitler y Musolini se han entrevistado con el Dictador y han solicitado la entrada de España en la guerra, 23 octubre 1940 en Hendaya Franco y Hitler, y el 12 de febrero de 1941 Franco con Mussolini en Bordighera, Italia, sin resultado, pues el Dictador se niega a participar alegando la incapacidad logística y economica de una España depauperada por su anterior contienda.

El pais estuvo en un tris de ser invadido por los las tropas del III Reich que deseaban atacar Gibraltar desde dentro de la propia Península y controlar por tanto el Estrecho de Gibraltar.

Transcurre el año 1942 y el matrimonio de Emiliano y Paquita junto a sus dos pequeñas, se traslada a Madrid para empezar una nueva etapa en su vida.


Es dificil imaginar la vida de esta pareja en la capital, recien llegados de un pueblo, sin conocer las calle ni la vida en esta ciudad semidestruida por la Guerra Civial, donde escasea todo, no hay carbón, ni leña o astillas para prender las cocinas, no hay carne, ni azucar, ni leche, escasea hasta el pan, se forman largas colas de mujeres en cuanto hay noticias de que en tal o cual establecimiento están vendiendo judias, lentejas, jabon o cualquier otro producto necesario para subsistir. 


No entra absolutamente nada por las fronteras, el comercio es inexistente y la economia es de guerra, no obstante la vida sigue y la gente no presta demasiado atención a lo que ocurre mas alla de los Pirineos, su preocupación constante es comer y vivir un día más.


En el Rastro Madrileño la actividad es incesante, se compra y vende de todo lo usado que imaginarse pueda, con tal de comer la gente vende lo que de valor haya en las casas y siempre hay alguien que tiene lo suficiente para comprarlo.
La acumulación de alimentos y el estraperlo está a la orden del día, se hacen grandes fortunas comerciando y especulando con lo más necesario. Pequeñas protestas por la escasez de pan o el precio desmesurado del mísmo son reprimidas con extrema dureza por el Regimen.

No hay trigo y el pan se fabrica nadie sabe con que. Se usa la harina de almorta con unas consecuencias que están y estaban perfectamente documentadas:



La harina de almorta ha combatido el hambre en las guerras pero también ha provocado innumerables casos de parálisis. La almorta, legumbre que proporciona una harina con la que se elaboran las gachas manchegas y otros platos camperos en regiones como Andalucía o Castilla y León, dejará de estar prohibida en los próximos meses. 

Francisco de Goya dedicó a la almorta uno de los grabados de sus 'Desastres de la Guerra', porque esta legumbre libró del hambre a muchos madrileños en 1811. 
Un siglo más tarde, la almorta volvió a ser la salvación durante la Guerra Civil y la posguerra por ser el único alimento que miles de personas se echaron a la boca día tras día.

Lo que todos desconocían es que la harina de almorta consumida de forma permanente acaba provocando 'latirismo', una enfermedad que se manifiesta en inmovilidad de las articulaciones, deformaciones de la columna vertebral y parálisis. De hecho, la denominación de esta dolencia procede del nombre científico de esta planta -lathyrus sativus- que contiene sustancias neurotóxicas, -sobre todo alcaloides- que dañan el sistema nervioso.

Las autoridades españolas lo descubrieron en 1941 y decidieron prohibir su comercialización para consumo humano en 1944.

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Las "gachas" es el alimento que combate el hambre de postguerra aún sabiendo que el consumo continuado produce parálisis y latirismo, pero mejor morir a largo plazo que de hambre cotidiana. 

Gachas con harina de almortas, boniatos y castañas, fueron alimentos cotidianos de los españoles a principios de los cuarenta.






el gatufo

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