Es habitual en el ser humano que olvide aquello que no desea recordar, nuestro cerebro a veces es sabio y archiva profundamente experiencias desagradables que solo bajo terapia psiquiatrica o hipnosis podemos volver a revivir.
Está pasando ahora que muchas personas mujeres y hombres vuelven a rememorar episodios de sus vidas harto desgradables y traumaticos cuando de niños o de jovenes sufrieron abusos deshonestos de toda índole.
Victimas de abusos de pederastia por parte de miembros de la Iglesia Católica denuncian ahora el calvario que les tocó vivir y habian procurado olvidar tratando de llevar una vida normal, sin traumas, unos lo consiguieron pero otros no y ha sido un peso psicólogico que les ha marcado toda su existencia.
Por que no denunciaron en su momento se pregunta un obispo, Carlos Lopez, de Salamanca. ¿Tan dificil de comprender es para el por que no lo hicieron?, acaso se pone en el lugar de las víctimas.
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Otro asunto muy diferente es el relativo a lo que se viene llamando "memoria histórica" que trata de recordar y poner de relieve las barbaridades de la "guerra civil española", aunque solo las cometidas por una de las partes.
Memoria o Desmemoria Historica cuando solo se recuerdan hechos y tropelias cometidos por el bando franquista olvidando exprofeso similares hechos cometidos por el otro bando en contienda.
Es hoy cuando me entero de que hubo otro "Guernica" en el sur de España y del que nunca se ha hablado ni se habla ni se hablará, pero existir existió, veamos lo que nos relata "Luis Ventoso":
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El 7 de noviembre de 1938, hace hoy 80 años era día de mercado en Cabra, población rural cordobesa de 20.000 habitantes. España enfilaba la fase final de una crudelísima Guerra Civil, con la República débil y con pronóstico de derrota. En Cabra, lejos del frente, la vida discurría con cierta normalidad. A las siete de la mañana los jornaleros se afanaban para salir al campo y los mercaderes para acudir a la plaza de abastos. A las 7 y 27 minutos tres aviones republicanos Tugolev SB-2, traídos de Rusia, se ensañaron con el pueblo durante cinco minutos. Los llamados «Katiuskas» arrojaron seis toneladas de bombas, que alcanzaron la escuela, por fortuna aún vacía, y el mercado, donde mataron a 36 personas. El ataque fue militarmente absurdo, una inútil maniobra de distracción de los estrategas republicanos, que en nada cambió el curso de la guerra. En total causaría 109 muertos, 73 en el acto. Todos eran civiles ajenos a las cuitas bélicas, incluidos 12 niños.
Cabra fue un acto de ensañamiento malvado y sanguinario, como el de Guernica, población destrozada por las bombas nazis e italianas y donde según los últimos estudios murieron entre 250 y 300 vecinos (no los 1.600 de los que siempre se hablaba). La Guerra Civil resultó un compendio de barbaridades por parte de ambos bandos (también con numerosos actos de heroísmo y bondad espontánea, pues siempre hay personas con la conciencia en su sitio). La Transición no fue más que un acertado intento de pasar página, darse la mano y construir un país libre, estable y próspero.
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Y así continua el relato de otro de los pérfidos y absurdos espisodios de una guerra entre hermanos en la que ambos bandos cometieron auténticas barbaridades a las que no entiendo el hecho de sacarlas ahora tras 80 del baul de los recuerdos si no es por un afan revanchista y tergivesador cuando solo se mencionan las tropelias de los vencedores que a su vez nos intoxicaron la historia durante decadas.
Que pasa, ¿ahora les toca a los otros? eliminar, borrar, cambiar nombres de calles, y sacar de sus tumbas a las victimas inocentes pero eso si solo de un bando.
Resulta francamente triste y desalentador el que nunca se producirá la concordia y los hechos queden ahí, objetivos e imparciales, para la ignominiosa histora del mono llamado inteligente.
el gatufo
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