La gran ironía de esta Nación llamada España hoy por hoy es su gobierno, un gobierno fruto de una moción de cesura apoyada por grupos políticos separatistas que no desean formar parte de la gran Nación que es España.
Está comprobado que la ambición humana no tiene límites, y que lo mísmo le da al gobierno actual que le apoyen separatistas, populistas, o quien quiera apuntarse al carro de poder.
"El poder" el gran iman que atrae al ser humano con mas fuerza que el amor, el dinero, la amistad o a veces la propia vida.
Este nuevo presidente con una representación parlamentaria risible, la menor que se recuerde en la historia socialista, ha conseguido salir elegido haciendo promesas que no cumple ni tiene intención.
Eso si premiará a los separatistas concediéndoles todo aquello que soliciten y será mucho.
Nos tocará pagarlo al resto de los españoles, a mi, a ti, o a cualquier otro que no sea catalán o vasco.
¿Escribo sobre política?
Que horror prometí no hacerlo, pero creo mas bien que hablo de supina ignorancia demostrada hoy al ser recibidos por el Monarca, falta a la palabra dada, y sobre todo mucha ambición y ansia de
poder pactando con el mismo diablo si hiciera falta.
Pais que decía un conocido humorista, o te lo tomas a broma o se te amarga el estómago.
Yo sinceramente no estoy por la labor de amargarme por nada tras ir pasando una depresión pistonuda.
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